viernes, 23 de diciembre de 2011

RUTA A LA AVELLANEDA

Nuestra ruta de hoy tiene como destino La Avellaneda, antiguo emplazamiento de Castañar de Ibor.
El punto de partida es el Centro de Salud de la localidad, bajamos por la calle  río Tajo, en dirección al matadero municipal. Tomamos el camino del Helechal que atraviesa el valle de los Lagares siguiendo el curso del arroyo de mismo nombre. Con las primeras horas de la mañana  nos encontramos con un paisaje cubierto de hielo.


Lo primero que vemos son los huertos aunque en esta época del año están en barbecho y según vamos avanzando, en la solana vemos olivares y en la umbría vegetación típica del bosque mediterráneo. En este lugar avistamos un zorro fácilmente reconocible por el color blanco en la punta de su cola.
Siguiendo el camino llegamos a la Peña del Toro, cuenta la leyenda que cayeron un hombre y un toro y quedaron su pisada marcada en la piedra. También en este tramo encontramos unos grabados en la roca que parecen ser rupestres por la morfología del dibujo.



  Seguimos el curso del río Ibor, en el que nos encontramos una tímida nutria que no se dejó fotografiar. A nuestro paso podemos ver antiguas casas rehabilitadas para el disfrute de sus dueños en verano.
A pocos metros hacemos una breve parada para beber agua en la fuente del Chorrito.
No hemos dicho que el camino seguido coincide con el camino de peregrinación a Guadalupe.
 Continuamos la marcha y tras un breve ascenso llegamos a La Avellaneda, antiguo poblado que fue abandonado, cuenta la leyenda que fue debido a una plaga de termitas que se comían a los niños y arrasaban las cosechas.
Este despoblado se resiste a desaparecer gracias a la celebración de la romería en honor al Cristo de La Avellaneda y a que todavía existen casas restauradas para pasar ese día. La misa de la romería se celebra en la iglesia de San Miguel Arcángel, construcción del S. XI y reformada en el año 1976. Posee una sola nave de planta rectangular y techo de madera de castaño.







Tras una parada para recuperar fuerzas emprendemos la vuelta y tomamos el camino del Horcajo, que no recomendamos si no se conoce la zona, debido a la ausencia de señalización. Llegamos a la Rañuela y continuamos por el valle del Rincón hasta llegar al Oreganal, donde se sitúa el Camping y el Centro de interpretación de la Cueva de Castañar.
Durante todo el trayecto nos llama la atención  vernos rodeados de extensos olivares.


Curiosa chimenea...

martes, 20 de diciembre de 2011

RUTA DE LOS CASTAÑOS DE CALABAZAS

El pasado 15 de diciembre del 2011 realizamos dicha ruta en el término municipal de Castañar de Ibor.
La ruta se inició en las inmediaciones del Hostal Solaire y está señalizada con pivotes de madera.
En los primeros árboles visibles nos encontramos hiedras apoyadas en castaños y robles, cuanto más nos fuimos elevando en altura observábamos como cambiaba la vegetación existente del lugar ya que los castaños eran sustituidos por robles.

Todo el grupo nos hicimos una foto con la cepa de castaño de aproximadamente unos 700 años, rodeándole entre todos."Imaginaos el  perímetro que tendría el castaño procedente de esta cepa si nunca hubiera sido cortada para producción de madera". 



De repente subimos a un valle. Aunque os resulte un poco extraño el valle está colgado sobre los otros valles. Continuamos nuestra marcha hacia la Garganta de Calabazas y nos encontramos varias Pedreras.
Al llegar nos encontramos una zona de robledal en la que se aprecia claramente la zona de "reparaero" o descansadero de las cabras durante el día. En la época de verano las cabras subían a comer al valle debido a que la temperatura es más fresca, con lo cual, hay más alimento que en las zonas más bajas. Se podria hablar de una transhumancia muy localizada.
Hay una zona donde se observa el lugar que al parecer se utilizaba para colgar los cabritos después del sacrificio, aunque creemos que también lo utilizaban los pastores para colgar su comida para que ningún animal se lo comiera. 
Llegamos a la zona de los castaños, la cual consta de diecisiete castaños centenarios y un quejigo conocido como "Quejigo de la Fuente". Destaca entre todos el llamado "Castaño del Postuero" topónimo que hace referencia a las antiguas plantaciones de frutales (castaños y manzanos) que desplazaron el robledal original. Este castaño de 17 metros de altura, 8 metros de perímetro del tronco y unos 700 años de edad, presenta un gran sistema radicular que soporta el enorme peso de su copa de 22 metros de diámetro.
Existe también un legendario castaño hueco que debió tumbarse como consecuencia de un desplazamiento de la pedrera. La base de su tronco hueco permitió que el árbol sirviera como refugio a pastores y caminantes.
Como vegetación acompañante a los castaños junto al cauce del arroyo Calabazas podemos destacar un gran ejemplar de enebro y varios loros en la vereda que conduce a la "Chorrera de Calabazas".
En las Pedreras del valle de Calabazas nos encontramos muchos icnofósiles (huellas de organismos extinguidos) del que destaca el tipo"Daedalus" formado por huellas de gusanos arenícolas.
Después de andar unos 700 metros aproximadamente por una vereda encajonada en el valle llegamos a la Chorrera de Calabazas, desde ahí observamos las espectaculares vistas hacia la Sierra de Gredos y la "Raña la Laguna".